Sunday, February 04, 2007

Death can wait

Terminé la semana asesina. Puedo volver a la normalidad. Levantarme a las seis, tener prisa todo el día pero saber que conseguiré terminar cuanto tengo que hacer.

El mundo está cada día más loco. Se habla de traición y se habla de puñaladas por la espalda, desde conocidos (antaño amigos, dicen) y desde el mundo en sí.

Eh tío, nadie da nada por nada, ¿sabías?

Pipas con sal y un hamster, ¿hace falta más? Ah sí, claro, rodar al menos tres veces por semana, o no llegamos a fin de mes. Esperaré con el teléfono a mano, a ver si suena la flauta.

Ahora entiendo por qué molaba tener 15 años.